Un Viejo de Antaño

Un Viejo de Antaño

Te forjaste al calor de la fragua, de aquellos Viejos de  Antaño, como el acero, fuerte, orgulloso y la soberbia a flor de piel.

Las lagrimas sólo es un privilegio de las mujeres, decías, los hombres no lloran, los hombres mueren de pie.